El precio de café y las estadísticas brasileñas
Jos Algra
30 de enero de 2025

La bolsa de Nueva York sigue rompiendo récords, ayer cerró en 366.55, hoy abrió a 368 y alcanzó un máximo de 374.20 al momento de escribir esto. Nadie sabe hasta dónde va a subir, porque esto no se ha visto nunca antes, no hay niveles de resistencia que se quedaron de intentos anteriores de subir el precio. Las metas que mencionan los analistas son producto de extrapolaciones de tendencias recientes.

Esta semana CONAB publicó su primer pronóstico de la cosecha 2025/26: un volumen de producción muy bajo. Era de esperar, pero ayudó a hacer subir aún más el precio del café. Más adelante en este blog voy a tocar más este tema.

El real brasileño se ha fortalecido ante el dólar, otro factor que aumenta el aumento del precio, porque hace menos atractivo vender café a los productores brasileños y como son los que más café producen, tiene impacto en el precio mundial.

La tendencia del precio rompió con la lateralización y se salió de la banda de 312.15-331.50 en que se había movido desde mediados de diciembre. El 17 de enero el gráfico diario generó un doji a 348.75-349.20, que indica una duda en el sentimiento del mercado si seguir subiendo o volver a bajar, pero ganaron los bulls y el precio siguió subiendo. Se menciona 383 centavos como próxima meta y, si se supera, 405 como la siguiente.

Es posible que regrese primero al límite de la banda de 312.15-331.50 antes de seguir subiendo. Otro posible escenario es que vuelva a entrar la duda en el sentimiento del mercado y que el precio vaya a bajar. Todos estos movimiento se dan a cierta distancia de la oferta y demanda en el mercado físico, en particular las perspectivas a la producción en Brasil en el próximo ciclo

Soportes: 348.75-349.20, 317.10, 312.15 y 290.05. Metas: ¿383 y 405?

El Commitment of Traders report del 21 de enero muestra que el interés abierto de futuros y opciones combinados ha bajado 9,454 lotes de 251,279 a 241,825. La posición neta larga de los fondos se ha aumentado 9,556 lotes de 41,498 a 51054. Hay limitada liquidez en el mercado y los fondos aprovechan la oportunidad para aumentar sus apuestas y hacer subir el precio.

La posición larga de los comerciales (indicador de las fijaciones por los tostadores) bajó 1,919 lotes de 50,022 a 48,103. La posición corta de los comerciales (indicador de las fijaciones por los productores) bajó 1,486 lotes de 143,160 a 141,290. Ambas partes están un tanto a la espera para que el precio baje (los tostadores) o suba más (los productores).


Hace diez años hice una análisis de las estadísticas de café que llamé “¿Cómo mentir con estadísticas?” el título de un libro que leí cuando estudiaba estadísticas en la universidad. Comparé las estadísticas de la OIC (que siempre estima la producción de café a la baja y dominan los años con déficit) con las de FAS USDA (que siempre presenta niveles de producción muy altas y excedentes la mayoría de las veces). Comparando los datos de producción, consumo e inventarios, observé que ninguno de los dos era coherente. Concluí y que lo mejor es sacar el promedio de las dos fuentes, para acercarme a la verdad.

Esto también aplica a las estadísticas de café de Brasil. Comparemos por ejemplo las estimaciones de producción de CONAB con las de todas las demás fuentes y aquí me inclino también por el promedio como el más acertado, aunque no todos los años.

Se nota que las estimaciones de CONAB (2025/26 es un pronóstico) siempre están en el rango inferior. Tiene cierta lógica, porque como país productor tiene interés en presentar un bajo volumen, para hacer subir el precio. De la misma forma hay otros que tiene interés en presentar un alto volumen, para hacer bajar el precio. El problema es que con el tiempo se vuelva contraproducente, ya nadie cree en los datos y uno se inclina más por las estimaciones más altas.

ABIC, la asociación de los industriales de café de Brasil, es la principal fuente para el consumo doméstico. Sus datos enseñan que el consumo subió de 8.2 millones de sacos en 1990 a 21-22 millones ahora (desde 2017 no ha subido). Recién leí un artículo que argumenta que nadie sabe realmente qué nivel tiene el consumo doméstico tiene Brasil y que la realidad podría estar entre 17 y 20 millones de sacos.

Sigue siendo un buen volumen que hace Brasil el tercer mercado de consumo de café, detrás de la Unión Europea y Estados Unidos, pero una diferencia de 2-5 millones de sacos acumulada en 10 años llena muchas bodegas.

El consumo es difícil de medir y generalmente se habla de “desaparición, que se calcula entre producción, importaciones, exportaciones y la variación en los inventarios. Importaciones y exportaciones se controlan más o menos, pero producción e inventarios son más difíciles de establecer. Sin embargo, ABIC debería conocer el volumen con más certeza, si sus asociados producen y distribuyen el café. ¿O tendrán algún interés en inflar el dato?

Si combinamos los datos de producción de CONAB con los de consumo y de exportación, vemos un déficit año con año y un acumulado de 160 millones de sacos en 20 años, imposible.

Las estadísticas más confiables son las de la exportación, entre otras porque se tiene que sacar un certificado y se puede monitorear físicamente el movimiento en los puertos. En mi último blog La lateralización ya hice un comentario sobre el muy alto nivel de las exportaciones el año pasado. CECAFE ya publicó las cifras finales: 50.4 millones de sacos en 2024.

De dónde se sacan tanto café si Brasil produjo un promedio de 61-62 millones de sacos (sin contar los datos de CONAB), consumió 21-22 millones (si tomamos los datos de ABIC) y exportó 42-43 millones (CECAFE) en promedio? Faltan 2-3 millones cada año, 10-15 millones en 5 años.

La única respuesta que a mí se me ocurre es que lo tenían guardado en bodega. Desde 2021 CONAB ya no publica datos sobre los inventarios y anterior a eso las estadísticas eran notoriamente poco confiables. Que la cosecha que viene va a ser baja por los problemas con el clima, parece estar fuera de duda, ¿pero cuánto café se tendrá guardado todavía? Si es así, son muy hábiles, exportando un volumen récord y manteniendo al mismo tiempo un precio récord en el mercado mundial y buenos diferenciales, sobre todo para las mejores calidades.


Organizaciones de productores se han estado quejando de que los compradores se niegan a aceptar la fijación de contratos y están pidiendo ayuda para resolver eso, corren el riesgo de perder mucho dinero si el precio colapsa después de haber comprado caro el café.

Me he estado informando entre los traders sobre qué está pasando. Una de las principales razones parece ser que los tostadores no quieren fijar y mientras no pueden aceptar fijaciones por sus proveedores por los margin calls. Si un proveedor fija un contrato, el comprador tiene que hacer un hedge para cubrir el riesgo del precio, vendiendo un contrato de futuro (se va short)y poner un margen inicial de US$ 9,449 en la bolsa de Nueva York. Si el proveedor fija y el comprador tiene que poner adicionalmente US$ 375 por cada centavo que el precio suba.

Si por ejemplo un productor fija a 320 y luego el precio sube hasta 370 sin que el tostador fije, el comprador tiene que pagar US$ 28,249 por cada contrato; si sube a 400, otros US$ 11,250. Son millones de dólares que se tienen que poner en la cuenta de futuros y los bancos no van a ampliar su línea de crédito por el riesgo que implica.

Uno de los mayores riesgos es el default. Si los productores no cumplen con el contrato, el comprador no puede recuperar el dinero invertido en la cuenta de la bolsa con la venta del físico y pierde ese dinero. Va a tener que volver a comprar el café y perder millones o pierde el cliente. Los productores no pierden, porque pueden vender el café a otro comprador, pero las organizaciones pueden entrar en serios problemas al incumplir los contratos, perder dinero, clientes y financiamiento y eventualmente sucumbir.

Los tostadores están esperando con fijar muchos contratos por el miedo de que no van a poder pasar el precio al consumidor en un momento de altos niveles de inflación. Después de años de bonanza corren el riesgo de sufrir fuertes pérdidas. Por estar a la espera, hay poca liquidez en el mercado, lo cual permite que el precio sube aún más por el actuar de los especuladores.

Es un juego peligroso, se corre el riesgo de que empresas van a la quiebra (hay varias en la tablita según los rumores), que después todo se desmorona y que quede un caos.


Jos Algra es consultor internacional con 40 años de experiencia en café y trabajar con organizaciones de productores.

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