El precio de Nueva York ha tenido una tendencia bajista en la quincena, cerrando en 242.95 el viernes, el cierre más bajo en dos meses. En el corto plazo esto descarta que el precio suba a 300 centavos o más, un rumor que analizamos en el blog anterior.

El precio de café está bajo presión, porque se espera fuertes lluvias en Brasil a partir de este fin de semana y la esperanza es que esto va a bajar el impacto sobre la producción de café de la peor sequía desde 1981. Los que vieron la carrera de Fórmula 1 en São Paulo el fin de semana, pudieron constatar que efectivamente el cielo se abrió y llovió a cántaros. El corredor Jos Verstappen estableció un hito con pasar del puesto 17 al primero y ganar la carrera. Sólo en 5 ocasiones de 1,800 carreras de Fórmula 1 se ha podido lograr eso. Nada que ver con el café, pero sí con el tiempo en Brasil y por ende con el precio de café.

Otro factor de importancia que pesa sobre el precio de café es el debilitamiento del real brasileño ante el dólar, que ya dura un mes. La paridad cerró en 5.86840 reales por dólar el viernes, el nivel más alto desde mayo 2020. Un dólar fuerte hace atractiva la venta de café por parte de productores brasileños.

La presión sobre el precio se aumenta aún más por el volumen de exportación en Brasil, no obstante los problemas logísticos que continúan. Cifras preliminares de Cecafé muestran que en octubre se exportó más de 4.6 millones de sacos, uno de los volúmenes más altos en la historia.

La proyección del precio según Andrew’s pitchfork (la horquilla de Andrew) apunta claramente hacia abajo, como podemos observar en el gráfico, con el primer soporte en 233.50 y el segundo en 222.75. Seguimos arriba de la línea de soporte de 240, pero apenas. Hay un soporte relativamente fuerte en 220, establecido a principios de agosto. Si ese se rompe, está abierto el camino a los 190.

El mercado financiero por lo pronto sigue quieto ante las elecciones presidenciales en Estados Unidos este martes 5 de noviembre, pero hay temor que si resulta electo Donald Trump, va a tener un impacto considerable en la economía mundial. Trump amenaza introducir tarifas de importación de 10-20% para darle ventaja a la industria local y hasta 60% sobre ciertos productos de China, lo que desatará una guerra comercial con aquel país.

También se teme que va a recortar el apoyo a Ucrania en la guerra contra Rusia y contribuir a una mayor tensión en el Medio Oriente. Qué impacto va a tener sobre el precio de café está por verse, pero el escenario en que se va a bajar parece el más probable.

Soportes: 241.30, 235.30, 233.50, 228.30, 229.55-227.90 (gap), 222.75 y 221.00.

Resistencias: 251.20 (eje), 255.65, 264.15, 268.00 y 275.05.

La posición larga neta de los fondos se desarrolló la quincena pasada en línea con el precio en la bolsa Nueva York se lee en el reporte del Commitment of Traders del viernes pasado. De 40,656 contratos bajó a 38,064, reduciendo la apuesta al alza.

Los comerciales tuvieron relativamente poco movimiento. La posición larga (una aproximación de las de fijaciones de contratos por los tostadores) bajó 395 contratos de 61,927 a 61,532. La posición corta (una aproximación de fijaciones de contratos por los productores) bajó 1,687 contratos de 157,681 a 155,994.

Los productores y exportadores de Brasil parecen apurare para sacar el mayor volumen de café que puedan, aprovechando los buenos precios. Las cifras preliminares de Cecafé arrojan un volumen de exportación de 4,616,030 sacos en octubre, el segundo más alto en la historia de Brasil. Todavía es posible que se alcance un nuevo récord, porque en las próximas semanas esa cifra va a aumentar. Sólo en noviembre 2020, en plena pandemia, se exportó más: 4,770,111 sacos.

El volumen de los certificados de origen emitidos en octubre, según las cifras preliminares, es aún más impresionante que el volumen exportado: 5,030,319 sacos, muy por encima de la media de 3.2 millones mensuales en los últimos diez años.

El récord de 2020/21, 45.7 millones de sacos exportados, fue roto la temporada pasada con 47.4 millones. El volumen total exportado en los primeros 4 meses de cosecha en Brasil es de 16.3 millones de sacos, 13% más que el año pasado. ¿Será posible que se establezca un nuevo récord en esta temporada?

En el blog de hace dos semanas argumenté que, comparando las cifras de producción y de exportación de Brasil, el país debe haber tenido un gran volumen de café en inventario y puede ser que todavía tenga suficiente stock como para compensar una eventual nueva baja en la producción de la próxima cosecha.

Judith Ganes, siempre del lado conservador en cuanto a los pronósticos de cosecha para Brasil, hizo una gira de 1,200 km para conocer de cerca el estado de las plantaciones. Sus estimaciones de las pérdidas de producción en el próximo ciclo son los siguientes:

3-5% de las fincas tendrá 100% pérdida. Los dueños decidieron aplicar una poda total (recepa o esqueletamento) por el poco potencial productivo de las plantas, para reducir costos y conseguir un mayor volumen de cosecha 2026/27.

40% de las matas tendrá una pérdida de producción de 20-30%. 15% de las matas tiene riego y una pérdida estimada de 10-15%. 30% son los árboles jóvenes, previamente esqueletizados o de mayor altura, que va a tener 5-10% de pérdida.

Esto suma una pérdida total de 14-22%, aplicable únicamente a café Arábica. El potencial de cosecha para Arábica es alrededor de 45 millones de sacos, entonces la pérdida potencial en la producción sería de 6 a 10 millones de sacos. Cuánto significa para las exportaciones depende la disponibilidad de inventarios, cuyo volumen desconocemos, pero reduce la probabilidad de establecer un nuevo volumen récord en 2025/26.

Juntando toda esta información, con o sin nuevos récords, parece poco probable que el precio del café vaya a bajar significativamente en el futuro cercano y podemos seguir creyendo que la época de precios bajos la hemos dejado atrás.

Los comerciantes y los tostadores se quejan frecuentemente de los altos precios, argumentando que el café está muy caro, que el consumidor no está dispuesto a pagar precios tan altos y que se tiene que buscar alternativas más baratas. Las ventas de café certificado, y particularmente Fairtrade, está bajo presión. Se habla de canibalismo dentro del segmento de cafés de especialidad, nuevos productos roban cuotas de mercado a los existentes en vez de hacer crecer el mercado.

En los principales países consumidores de café uno gasta en promedio 10-15% en alimentos, la mitad de lo que se gastaba en los años 50 del siglo pasado, cuando era 20-30%. El consumidor se ha acostumbrado a comida barata y gastar en lujos (no todos, hay mucha pobreza también), sin pensar en lo que los precios significan para el productor.

Los productores no se están revolcando en dinero con estos precios altos. Para empezar reciben solo una pequeña parte del precio pagado por el consumidor, el mayor margen queda en el norte. Están batallando con altos costos, el impacto del cambio climático, falta de mano de obra, problemas de logística, etc. Corregido por inflación en los últimos 35 años, 240 centavos nominales ahora equivalen a 94 centavos en términos reales y a menudo la inflación es mucho mayor en los países productores.

Parece tiempo que todos nos acostumbremos a convivir con altos precios. Para que los productores tengan un ingreso digno, que los trabajadores queden en el campo y que entre todos mitiguemos el impacto del cambio climático. La respuesta a los altos precios no es buscar alternativas más baratas, sino educar a los consumidores, para que sepan cuánto cuesta producir y que se preocupen por el futuro de los productores y de ellos mismos, si quieren seguir disfrutando de un buen café.

La industria debe de revisar la distribución de los márgenes en toda la cadena y no solo pensar en los accionistas, sino también en los proveedores. Si no lo hacen, corren el riesgo de tener que enfrentar extremos como pasó con el cacao, cuyo precio pasó de un mínimo de 2,600 US$/TM el año pasado a un máximo de más de 11,700 dólares este año. Hablando de récords.

Jos Algra es consultor internacional con 40 años de experiencia en café y trabajar con organizaciones de productores.