El clima, los daños y el precio del café
Jos Algra
7 de diciembre de 2020

Viernes el precio en Nueva York bajo 2.5 puntos y cerró en 117.55. Jueves el gráfico de 5 horas ya dio una señal de venta y si se confirma lunes o martes y se rompe el primer soporte de 115.6, podemos regresar a la banda de 105-115.

El precio de la bolsa tiene 3 semanas de moverse en la banda de 115-125. Las preocupaciones por el impacto de la sequía en Brasil y las secuelas de los huracanes Eta y Iota en Centroamérica elevaron el precio de Nueva York hasta 124.80, viernes 17 de noviembre. Cedieron porque el servicio meteorológico de Somar pronosticó más lluvias en los próximos 10 días, mientras las preocupaciones por el impacto de la crisis de COVID-19 en la demanda de café.

Soportes: 115.6, 110.4, 104.90, 101 y 99.1. Resistencias: 121, 124.8, 130.7 y 135.7.

Interesante análisis de Neil Rosser de Bison Luxley Commodities (ex-Armajaro, ex-Olam, ex-NKG) sobre la sequía en Brasil (A Note on Dry Weather in Brazil). La sequía es un asesino silencioso, los daños no están tan a la vista como con las heladas. Rosser compara la situación de ahora con la de 1985, cuando la sequía hizo bajar la producción de 30 a 13.9 millones de sacos y el precio en la bolsa de Nueva York se disparó hasta 260-270 centavos.

La sequía y el calor se dan sobre todo en Sul de Minas y Mogiana, donde se produce casi 50% del café de Brasil. Las condiciones meteorológicas son parecidas a las de hace 35 años, pero las condiciones son diferentes. Desde los años 80 del siglo pasado se ha comenzado a cultivar mucho café en Cerrado, Zona de Mata y Espírito Santo y se usa mucho más riego ahora. Sin embargo, un problema en 2 regiones que representan 50% de la producción de Brasil es un problema para el país y que va a impactar en el mercado mundial.

Según Rosser en la primera floración, después de las lluvias en agosto, se fue el 10-20% del potencial y 50-60% después de las lluvias de septiembre. El producto de esas floraciones está en peligro. Aún si llueve ahora, puede ser demasiado tarde, porque la sequía hace caer las hojas, la planta no puede alimentar a los granos que están saliendo, los bota y las ramas se comienzan a secar. Esta sequía es diferente a la de 2013/14, cuando se dio en enero – febrero y el problema fue el tamaño y la calidad de los granos,

Los productores necesitan cierto rendimiento para cubrir los costos, de lo contrario podan el café (esqueletamiento) para no tener que invertir en insumos y en mano de obra, la estrategia de “zero safra”, para reponerse con la siguiente cosecha que va a ser abundante. Así el volumen de producción de la cosecha 2021/22 se reduce aún más.

En un año de ciclo bajo la producción baja normalmente 20%. Sobre el récord de 52 millones de sacos de arábigo en 2020/21, eso significaría 42 millones en 2021/22. Ahora se estima que la producción va a bajar a 35-37 millones, una reducción de 29-33%.

Coincide con el análisis de Volcafé, que habla de 33% de reducción según un artículo en Bloomberg del 30 de noviembre. Si aplicamos ese porcentaje de reducción al pronóstico de 47.8 millones según FAS USDA, en su reporte de noviembre, la producción de arábigo bajaría a 32 millones de sacos. El impacto de la sequía posiblemente se extienda hasta 2022 según Cooxupé.

Para el robusta las perspectivas son muy positivas. En Espírito Santo, el principal estado productor de robusta, las lluvias han sido mejores y muchos cafetales cuentan con riego.

En sí hay suficiente café en el mundo, con una sobre producción de 7-10 millones de sacos esta cosecha y 30 millones en bodega en los países consumidores. Sin embargo, 70% del café de la cosecha 2020/21 en Brasil ya ha sido vendido y fijado y 25% de la cosecha 2021/22 según Rosser. Eso implica que la presión de las fijaciones desde Brasil va a bajar y el precio puede subir.

Cooxupé, la cooperativa cafetalera más grande de Brasil y del mundo, acopió 8.1 millones de sacos esta cosecha, 1 millón más del pronóstico original y un aumento de 59% sobre los 5.1 millones de la cosecha pasada. 5.6 millones de sacos son de socios, que producen un total de 10.3 millones. El 80% ha sido vendido y fijado y 5.1 millones de sacos han sido embarcados ya.

Brasil exportó en noviembre 3.6 millones de sacos y emitió certificados de origen por 4.6 millones, un nuevo récord. En octubre ya se había emitido certificados por 4.5 millones de sacos.

Rabobank prevé una baja de 0.5% en el consumo de café en Brasil en 2019/20, a 20.6 millones de sacos, debido la crisis de COVID-19. En 2020/21 espera que vuelva a crecer en el mismo porcentaje.

Brasil sigue vendiendo café lavado y semi-lavado a la bolsa de Nueva York. El viernes el total ha subido a 224,847 sacos contra 849,985 de Honduras, sobre un total de 1,293,893 sacos, el nivel más alto desde julio. Brasil fue el único origen que aumentó los inventarios certificados en la quincena, con 66,095 sacos, y tiene cada vez más peso. Los demás orígenes bajaron en volumen o quedaron iguales. 94% de los inventarios certificados está en puertos europeos, particularmente Amberes. Aunque poco comparado con los inventarios totales en los países consumidores, este stock pesa sobre el precio de Nueva York.

La cosecha en Vietnam de nuevo se está desacelerando, debido a fuertes lluvias. Como consecuencia las exportaciones de noviembre alcanzaron 1.17 millones de sacos no más, 38% menos que en noviembre 2019. Además se reporta una escasez de mano de obra para recolectar el café. El pronóstico de esta cosecha es de 29 millones de sacos, contra 30.2 millones la cosecha pasada. Una encuesta de StoneX arroja un promedio de 28.6 millones, pero la mayoría de los analistas lo deja entre 27 y 28 millones de sacos.

Colombia exportó en octubre poco más de 1 millón de sacos, 13% menos que en el mismo mes del año pasado. El acumulado de los últimos 12 meses es 12.5 millones de sacos, 1 millón menos que hace un año. Se mantiene el pronóstico de producirt 14.1 millones de sacos esta cosecha.

De nuevo el comercio de café en el mercado interno de Indonesia está bajando debido a la limitada oferta, además de la temporada de vacaciones en diciembre. Sigue la competencia entre los tostadores locales y la industria de café soluble a un lado y los exportadores al otro, por el poco café que se ofrece.

La OIC emitió un comunicado de prensa sobre el impacto de los huracanes Eta e Iota en Centroamérica. Llama a la comunidad internacional de ayudar a los países que fueron seriamente afectados, mientras la crisis de COVID-19 continua. Se reporta que en Honduras 3,409 hectáreas fueron perdidas totalmente y 4,144 hectáreas parcialmente. 3% de la producción 2020/21, equivalente a 400 mil sacos, está en riesgo de perderse. En Nicaragua se perdieron 3,407 hectáreas. Las exportaciones se van a ver afectadas por los daños a la infraestructura.

Las exportaciones de Honduras cayeron 55% a menos de 48 mil sacos contra 107 mil en noviembre 2019, debido a los estragos de los huracanes. OHCAFE mantiene el pronóstico de exportar 6.3 millones de sacos esta temporada, un aumento de 14% sobre la cosecha pasada.

ANACAFE de Guatemala anunció una iniciativa para expandir la producción de café. Con el precio actual un productor no puede generar suficientes ingresos para un salario mínimo que permite cubrir los costos de vida.

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)

Comparte tus preguntas y experiencias!

Participa en las discusiones más recientes y publica tus opiniones y experiencias. También puedes comenzar un nuevo tema de discusión.

COMENTARIOS

0 Comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *